28 febrero 2004

"La sociedad sólo puede ser comprendida
en su totalidad, en su dinámica evolutiva,
cuando se está en condiciones de entender
la vida cotidiana en su heterogeneidad universal".
György Lukacs

"...pero es a estas frágiles reglas y no al
inquebrantable carácter del mundo
externo a las que debemos nuestro
indestructible sentido de la realidad".
Erwing Goffman

25 febrero 2004

Reunión del Exploratorio post-vacaciones.
Andrea, Carlos, Christian, Alejandro y Silvia.
Cronograma de trabajo.
Reflexiones artísticas sobre los proyectos exploratorios. Cartografías y Fuente de los deseos.
Se amplía la bibliografía para la base teórica.


20 febrero 2004

La Boca
Primera aproximación a los sonidos para las instalaciones.
Composición de Cecilia Candia.

track01

09 febrero 2004

La Boca Fotos de El Estaño x Nacho Riveros, Cecilia Candia y Silvia M. 





04 febrero 2004

Postderiva

x Gabriela Lema Ojos y oídos en la Boca            

En la boca el Tiempo encuentra recovecos donde esconderse. El Espacio, reconciliado con el paso de los años, lo deja ser. Arrebatada (aunque lenta), redundante en su divergencia y de resistente precariedad; la Boca renueva y conserva con antojadizo y ecléctico apetito. Los boquenses se mueven de a dos o más, los únicos solitarios son los foráneos (foráneos somos todos): ¿ van para Alemania? Inquiere el primer fotografiado, no, para Palermo, me apresuro a aclarar presumiendo fraternidad. No la hubo: Alemania o Palermo, fuera de la Boca todo parece resultarle igual. (¿Y no lo será?) En el barrio la prepotencia no pudo (o de pura ignorancia no quiso) entrar. Les tomo una foto a dos señoras que charlan como si fuera la primera o la ultima vez, una de ellas me interrumpe antes de obturar me saco el delantal coquetea, y ocultándolo detrás de su espalda regala su mejor sonrisa. ¿No querés sacarme una foto con el afiche del campeón? Me increpa un verborrágico taxista que por fanático de Boca Juniors que fuera nada tenia que ver con la Boca. Se la saco mientras dictamino: bostero, tachero y mujeriego, ni más ni menos que un autentico ejemplar foráneo. Los boquenses tienen la dulce perversión de saberse observados, sentirse postales vivientes en cada acción. Y yo me voy con la sospecha de que ellos sospechan que su magia es la autenticidad, y se deleitan. Queda una idea flotando en el aire que ya tiene la pesadez del mediodía. La idea no llega a develar su forma, el contenido me apresa, no logro ponerlo en palabras, tengo la esperanza de que esa sensación esté congelada en alguna foto para poder algún día recuperarla y nombrarla. No me alcanza con lo que ya dije. Pienso en las rutinas, los ritos, el estancamiento del tiempo, pienso en un poema de Borges que no recuerdo pero sé que me serviría. Mi día continúa, la deriva queda atrás (y no tanto). Ya en casa, corro a buscar el poema; efectivamente y como siempre, Borges había encontrado las palabras que yo anhelaba. Ajedrez escondía el secreto, agrego unos versos del poema a mis apuntes, y sospecho que mi escurridiza idea es que, en definitiva, derivamos azarosos tableros. Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito. .................................................................. 
tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada .................................................... 
 Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonías? J.L Borges (Ajedrez)